El proyecto cuenta con financiamiento del Fondo de Innovación Tecnológica Regional (FITR), el cual busca apoyar propuestas innovadoras que se caractericen por su potencial impacto en el sector que se ejecuten. Fue diseñado de manera conjunta por este consorcio público-privado, formado por cuatro entidades.
Susana Llamas, representante del Instituto de Medio Ambiente de la UNCUYO y Directora del proyecto, explicó: “este consorcio está conformado por 4 socios. La Municipalidad de Las Heras cumple un rol fundamental ya que el relleno sanitario se encuentra en ese departamento. La empresa Tysa es quien opera ese relleno, es quien tiene la concesión y quien tomara la iniciativa en este proyecto. Por otro lado participa EMESA, la empresa mendocina de energía y la Universidad, a través de la Facultad de Ingeniería, que realiza los estudios y las investigaciones pertinentes para la ejecución del proyecto”.
“Sistema Tecnológico Integrado para Generación de Energía: Estimulación de la producción de biogás en Rellenos Sanitarios con ingreso de efluentes líquidos tratados”, se denomina esta iniciativa que busca transformar un problema en una solución. “Buscamos transformar un problema como lo es la generación de residuos y el lugar donde estos se depositan en algo realmente provechoso y en un recurso renovable”, afirmó Juan Carlos Luna, Gerente General en Mendoza y Director de la compañía.
“Este proyecto para las entidades que participamos tiene que ver con un laboratorio gigante, es un proyecto de investigación aplicada, por eso es integral, abarca toda la gama de residuos y nos permite, tanto a la Universidad como a nosotros, probar nuevas técnicas, generar una innovación tecnológica en el manejo de residuos sólidos urbanos, que permita a la provincia tener en cuenta ciertas variables que hoy no se tienen en cuenta”, agregó Juan Carlos Luna.
La iniciativa incluye la compra de un compresor y dos micro turbinas para producir energía eléctrica y entregarla. “El equipamiento que vamos a utilizar para generar energía eléctrica no se ha utilizado antes como lo vamos a utilizar nosotros. Las microturbinas que se utilizarán tienen asegurado un parámetro de generación de energía en ciertas condiciones, que no son las de Mendoza, por lo que tenemos que ver hasta dónde da su funcionamiento, este es el desafío. Debemos generar las condiciones ambientales, técnicas, físicas y químicas para que los equipos trabajen bien y para que otras regiones del país puedan replicar este proyecto”, afirmó Juan Carlos Luna.
“Este proyecto es experimental, se busca observar los niveles de temperatura de humedad y analizar cómo mejora la producción de biogás. Previamente se realiza una caracterización de los residuos que ingresan al predio, así se calcula mediante fórmulas matemáticas, cuánto gas se puede llegar a obtener”, explicó Susana Llamas.
“Esta alternativa tiene una connotación ambiental, social, tecnológica y energética”, agregó Susana Llamas. En los próximos meses se espera contar con resultados concretos de esta experiencia piloto y analizar la posibilidad de replicarla en otras regiones del país. “Si funciona bien es una tecnología muy buena porque no genera residuos, tiene muy bajo mantenimiento, y es muy versátil en cuanto a la inversión de corriente que necesita y se adapta a la dimensión de caudal del gas que se genera”, concluyó Juan Carlos Luna.